Cuando tu nombre suena a victoria...

Una noche de abril lluviosa nos volvió a reunir en esta ciudad.
Una noche de verano me di cuenta de que lo tuyo era mucho más...
Una tarde de febrero cerré una etapa y abrí ante mi una nueva vida montada en un pájaro que me llevaría hasta tí.

Los veintitrés de diciembre anuncian el inicio de la navidad verdadera, al menos la mía, de una manera victoriosa. Y quizás por eso, y seguramente por eso te llamaron así.

Para mi, los días de los santos siempre fueron especiales, y aun recuerdo que jamás un año pasó sin que recibiera tus felicitaciones. Y por eso, hoy, y junto a tí, este día también lo haré un poco mío.

Feliz en tu día, bonita :-)