domingo, mayo 30, 2010

Re_enamorarse

Re_enamorarse en esta época frenética de actividad, llena de pesimismo por todos los flancos de nuestra realidad, donde no queda tiempo para sentarte a disfrutar del otro, cuando las obligaciones y los sentimientos de estar en el tono austero impuesto por los de tu alrededor es una losa que pesa, se me antoja una tarea ardua y pesada. Sin embargo, creo que merece la pena dedicar un ratito al placer de 'resentir', 'rexperimentar' de volver a la época del cortejo, de dejarte llevar...
Basta con quitarte el reloj, olvidarte de las obligaciones, dejar que el otro te sorprenda, una mirada primero, una caricia después, innovar, experimentar y dejarte llevar...
Y como resultado, tendrás unas horas sucediendo a otras sin sumar días, simplemente reviviendo experiencias reveladoras que te hacen recordar porque un día te enamoraste del otro.
Definitivamente en esta época de prisas, merece la pena volver a sentir algo que una vez te pasó y que te unió para siempre al otro. Y lo mejor de todo, no será considerado una pérdida de tiempo, y eso, en época de recortes, se me antoja una proeza :-)

jueves, mayo 27, 2010

Otra vez esa sensación...

Anoche, sentada en la butaca de un cine cualquiera, después de cruzar la ciudad rauda en mi bicicleta, volví a revivir esa sensación que me acompañó no hace mucho casi durante todos los fines de semana, días arriba, días abajo...esa sensación de que el tiempo se acaba, que las luces del amanecer que llegan van marcando las horas para una nueva despedida, para un nuevo 'hasta pronto, nos vemos en...' la música, la fotografía, dos protagonistas femeninas me hicieron volver a experimentar esa cosa que se te clava dentro y que no te deja casi respirar...

Una mano grande y fuerte me trajo de golpe a la realida y me hizo respirar profundamente de alivio. 'Tranquila, ya no tendrás que decir hasta pronto nunca mas' decía mientras me sonreía en la penumbra de las luces proyectadas.

'Que bien', pensé, mientras sorbía las lagrimillas y sonreía.

domingo, mayo 02, 2010

De otra pasta...

Dicen que los toreros son de otra pasta, que se recuperan milagrosamente rápido después de graves percances en su danzar peligroso con morlacos de quinientos kilos con cornamentas afiladas. Dicen que los alpinistas viven al límite cada vez que se amarran a una cordada a cientos de kilómetros del suelo que pisamos, que se esfuerzan al límite para alcanzar una cima que quién sabe si justo después de alcanzarla los matará. Que los corredores de fondo hacen miles de kilómetros con una pasmosa ligereza de cuerpo y de mente, sumando a cada zancada los metros que les llevará a la meta...

Sin embargo, hoy, me gustaría también contaros que hay gente, como tú y como yo, que en su quehacer diario, son capaces de tener gestos y actitudes dignas de un superhéroe aún no inventado, pero que seguramente sería el mejor de todos.

Y ella es una de esas. Ella está hecha de otra pasta también. Porque es fuerte cuando cualquiera en sus circunstancias habría mandado a la mierda a todo por el camino, porque sabe permanecer serena cuando quizás lo más sensato sería gritar de rabia, porque es positiva y rezuma buen humor y positivismo a pesar de los pesares, porque es grande grande aunque sus circunstancias a veces se empeñen en empequeñecerla, porque nunca oirás de ella una queja a destiempo y absurda, porque su predisposición natural y no ensayada a ayudar a los demás le hace en muchas ocasiones olvidarse de ella misma...porque ella es una de esas de otra pasta, de las que merecen todo mi admiración.

Ella ya lo sabe. Ella ya sabe que yo la admiro, que la quiero, que me enseña a entender la vida de forma plena, que es grande, grande.
Porque, a veces no hace falta ser torero, alpinista, sherpa, o atleta, para que todo el mundo que te conoce sepa que tú, bonita, también estás hecha de otra pasta.

Te quiero,
Grande grande eres
 
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