domingo, abril 11, 2010

Son esas pequeñas cosas

Como estar un sábado cualquiera de una primavera que achucha las alergias, pero que no termina de romper, con tus dos escuderos del alma, dejándonos llevar por un caminar sin rumbo fijo, sentados en una calle estrecha y larga, en unas mesas y sillas cobijados por un muro encalado al que no alcanza la vista su final...comiendo delicias de esta bendita tierra...saltando de tema a tema sin previo aviso y acomodándonos en unos silencios que para nosotros nunca son incómodos.

Más paseos con una muleta mal tratada y un sillín de bici al hombro, dejándonos mecer por un viento al que no estamos acostumbrados por aquí y que precisamente por eso nos hace trasladarnos a esa tacita de plata que tanto nos gusta, donde el levante juega a correr entre callejuelas y casas señoriales recién restauradas con patios de vecinos preciosos. Y luego, una Alameda repleta de niños, globos, bicis, perros y perros-flautas mezclados con chicas monas con raybans calcadas a fuego en sus rostros afinados con largas melenas. Un café, un gin-tonic, otra copa, un helado de tiramisú y los minutos pasando al compás de nuestra tranquilidad gustosa.

Un..."nos vamos?" anda, nos pasamos por esa pequeña abacería con botellines frescos y esas mesitas bien dispuestas en esa calle tranquila. 'Ahí tampoco me importaría vivir', "ni a mi tampoco en aquel ático" . Entre tanto una llamada que otra con un 'te echo de menos' y unos ojos cerrados dejándose acariciar por un sol suave en una puesta preciosa.

Vuelta, paseo, rememorando nuestras visitas en tu tiempo en Madrid, cuando tu casa se convertía en nuestro cobijo más especial, paseos por la capital de reino, juergas y momentos de esos que se quedan para siempre en los archivos de los recuerdos.

Un "hasta luego; ha sido un placer chicos", bicis, y una Avenida de la Constitución que la hicimos nuestra como los carriles de la Mela, recorriéndola con el viento agradable en la cara y una Catedral que al pasar nos deseaba buenas noches.

Acostarme en una cama grande si tí, con la seguridad de que yo quiero vivir siempre rodeada de ellos y por supuesto, unida a tí. Porque cuando no estás, me doy cuenta de que me falta esa pequeña_gran cosa que termina de completar mi felicidad.

Son esas pequeñas cosas...las que te hacen ser grande, grande

1 comentario:

  1. Y es que lo importante es la tripulación con la que haces el viaje, eso es asín...

    Lo bueno es que queda toda una vida para repetir y repetir estas tardes que nos cuentas.

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