Vida entre tanto fango...

Después de adecentar mi_nuestra terracita con un esfuerzo titánico por manternerla limpia y ordenada, estas últimas lluvias acompañadas de una ventolera descomunal han hecho de las suyas y he creido que perdía mi pobre, pero trabajado, jardín artificial creado en macetitas y macetones e incluso en un pequeño lebrillo, todo regalos de nuestros amable amigos que se convierten en grandes agasajadores cada vez que cruzan el umbral de nuestra puerta.

Sin duda, mi pequeño tesoro era un pequeño bulbo regalo de V. que a simple vista, y cuando lo ví por primera vez, pensé que de ahí solo podría salir una cebolla o como mucho una flor enclenque y sin fuerza alguna...Llevo días asomándome al ventanal, moviendo ligeramente el visillo que nos separa de la luz que entra, para ver que tal iba mi pequeña macetita evolucionando...y llevo días no podiendo evitar salir (aun a riesgo de salir volando y terminar colgada en una de esas farolas modernisimas que nos han colocado en esta calle ya casi, por fin, terminada)para cogerla y mirarla fijamente, intentando adiviniar el resultado final. 'Definitivamente, una cebolla no es'(concluí antes de ayer...)

Y hoy...entre memorización de fechas y datos, me he asomado y he visto mi sonrisa torcida en el cristal por la diferencia de luz entre dentro_y_fuera y un morado clarito asomando entre tanto verde. 'Ole', pensé, 'he criado una macetita de principio a fin' :-) Y corriendo lo he compartido con mi escudera y compañera de piso y otros menesteres.

Es bonito ver crecer a las plantas, las personas, las obras de tu calle, las postales que decoran las estanterías...es bonito si tienes paciencia y no te olvidas en un descuido de que, en la mayoría de los casos, es un proceso que lleva su tiempo.

Es hora de volver a pensar en plantar cosas nuevas para que cuando llegue ese tiempo, que a veces se adivina entre tormenta y tormenta, pueda florecer.

Gracias queridos V. y T.