Maneras de vivir

Supongo que hay muchas maneras de vivir. Y que todas son válidas. Supongo que una misma persona, puede elegir una por una razón u otra, y que las vueltas de la vida o más bien las circunstancia diarias, pueden llevarle a otra nueva, consciente o inconscientemente. Con alegría o quizás con pena. Para bien o para mal.

Ayer por la tarde, casi justo al final de mi viaje 'reconciliatorio' a Madrid, paseando por el barrio de las letras, sin mapas ni camino previamente trazado en nuestros croquis mentales, con un airecito que corta al rozarte, con un sol anaranjado escondido en nuebes grises plomizas, me di cuenta que la manera de vivir que elegí hace ya unos años es la que más feliz me ha hecho desde que tengo la posibilidad de hacerlo de manera consciente.

Que perderme por una ciudad inmensa con una personita que se pierde en su propia casa, que agarrarme a su brazo y no importarme nada más, que saber que los pasos que damos juntas nos llevan a donde queremos, que su sonrisa lo abarque todo, que me regale un cafe a media tarde en un Círculo de Bellas artes tan acogedor, que me mire y me lo diga todo, que pueda quitarse las gafas de sol para ver su cara en conjunto, que nos demos la mano para irnos, pero para irnos juntas a un mismo destino... que todo esto tenga la suerte de elegirlo...que todo esto y mucho más sea la forma que yo decido vivir, me hace feliz.

Qué suerte.