miércoles, febrero 23, 2011

Radiografía

Abro los ojos con una sensación de agobio aplastando mi coronilla, mientras la luz de la ventana entra pintando de blanco la habitación y dando sitio a las cosas que nunca parecieron que estaban ahí; la cajonera, el perchero lleno de ropa, una bota a medio camino entre la cama y la puerta, unas medias desparramadas en el suelo blandito...

Me incorporo y con gran avidez ve aún medio dormida, el agobio desparramándose por los cachetes de mi cara con la clara intención de penetrarme por los oidos y boca al coger aire en un intento desesperado por ralentizar el ritmo de mi corazón.

Me habla con la clara intención de sosegar ese desencajamiento de expresión que debo tener aún no habiendo pasado un minuto de mi día de miércoles.

Me veo desde fuera con perspectiva y me siento a ratos con ganas de comerme el mundo y salir de este letargo que me tiene instalada en el inmovilismo. Vago de una web a otra sin encontrar apenas una oferta que me haga plantearme 'enviar CV'. Repaso mis candidaturas con indiferencia, y actualizo mis datos de manera automática. Otra carta de presentación y varios CVs a elegir. Otra candidatura, otra nueva dirección, tres colegios mas...

Abro una pestaña con título académico que nada tiene que ver con la formación online. Me descargo un pdf de doscientaspáginas y me distraigo con solo empezar a leer las primeras líneas. ¿formación de calidad? Me pregunto. Subvenciones millonarias a fondo perdido, pienso. Un martilleo de preguntas y situaciones hipotéticas se acumulan en mi cabeza.

Tomo aire, voy al baño. Leo el periódico. 'Al menos he perdido algo de peso', pienso. Vuelvo a caer en mi silla y busco en un mapa un destino que hace que mi día tenga un pequeño fin. 'Te doy un toque y te veo en la rotonda' Paseamos en bici por el río y nos trasladamos a un día de primavera cualquiera en los que hace más frío dentro que fuera. Respiro con ganas. Cierro los ojos. Miro a mi izquierda. Veo que está conmigo y los agobios salen volando sin remdio camino del río.

El paseo salvó la mañana. La entrevista me tiene esperanzada. Y la seguridad de que todo es más fácil de lo que parece, me hace sentir que de esta saldré, tarde o temprano, pero saldré.

Pd. El mes de febrero se salva con una entrada en este blog. Quien sabe si aún me dará tiempo a alguna más. Eso es buena señal, sin duda.
 
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