miércoles, septiembre 02, 2009

Agradecimientos

Como en las primeras páginas de un libro recién estrenado, como en los créditos de una película que te deja sentado en un patio de butacas, como en los grafitis de los muros de cualquier ciudad, como en las notas multicolores dejadas en el frigorífico de algún amigo anfitrión... los agradecimientos aparecen a cada paso, por suerte, de forma directa o indirecta, sacando una pequeña sonrisa a quien lo lee cuando no una lágrima resbaladiza que se cuela en la comisura de los labios.

Siempre me gustó agradecer lo mucho y bueno que siempre los que me encontré en el camino me regalaron. Y me he dado cuenta que hacía mucho ya que no cultivaba ese bonito ritual. Hoy, quiero darles las gracias a aquellos que me han acogido tan bien desde el primer día que aparecí en sus rutinas con mas miedo que vergüenza. Porque lo hicieron fácil, porque me hicieron sentir una más, porque no ensayaron maneras ni acercamientos y sobre todo porque entendieron que lo nuestro era de verdad, verdadera. Gracias por las risas, los abrazos, los viajes en coche, por llevarnos a la playa, por 'ponernos un cuarto', por el sofa.cama, por conseguir que abriera el frigorífico como hago en mi casa, por elegirme como copilota, por las bromas, los bailes con música ochentera, las juergas improvisadas, los cinco.euros compartidos, la bondad natural, la simpatía gaditana, la guasa inacabada, el carácter amable, la sonrisa incansable, el buen humor, los baños con olas, los daikiris de piña en los chiringuitos, por ir a por nosotras a donde fuera, por llevarnos, traernos, querernos, por los abrazos de 'hasta pronto'...

Siempre intuí que era fácil, pero no por eso hay que dejar de agradecer.

-A mis amigos gaditanos-
 
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